miércoles, 15 de julio de 2009

Amazonas abre las puertas desde Mocoa, Colombia

Este viaje es algo de lo que muy poco se puede expresar, cada vez está siendo más mágico, cada vez con más entrega, cada paso es más firme sobre el suelo resbaloso...
Nuestras mochilas cada día van más vacías, nuestros corazones cada día más llenos... todo tiene relación en esta vida, todo tiene un porqué! El domingo estuvimos en misa, compartimos la Eucaristía con los pobladores de Mocoa, un pueblito de Colombia. Aquí llegamos sin saber muy bien la causa, siguiendo las señales. Llevábamos una ruta muy clara, Popayán-Florencia-Leticia, para llegar a la frontera con Perú, pero la vida es tan incierta como nuestro camino ahora.
Y en la Eucaristía leémos: "Ellos deben poner su confianza únicamente en Dios, no en el dinero, ni en las seguridades y comodidades; sólo bastón y sandalias. Jesús quiere que estén libres de apoyo humano para que encuentren seguridad en la fe en Dios. De este modo tendrán libertad interior, disponibilidad, no tendrán condicionamientos y tendrán credibilidad."...uffff(suspiro)....
Y así vamos, poco a poco desconstruyendo lo construido, desmontando la realidad creada, o más bien la realidad se va desmontando a nuestro paso, este no es un viaje para le mente, sólo con el corazón seremos fuertes (gracias por sus rezos que llegan con fuerza)
La historia continúa, y nosotros en pie... todavía quedan cosas que sanar, cosas a las que enfrentarse para poder vivir eternamente en el Amor, amando a todos los seres de la tierra, amándolo todo desde el corazón sin la razón...

Hace tiempo que entramos en Colombia y aquí seguimos, enredados en una tormenta que solo Dios conoce. De Buenaventura fuimos a Cali, a casa de Mamá Emma (así bautizamos a Gloria, la madre de Helena, Mona) Allí pasamos unos días muy buenos, encestábamos descansar después de dos meses de viaje, y ese fue el lugar, como en casa... Luz y Gloria (nuestras anfitrionas), que más necesitamos? pasamos cuarto días, viendo películas, comiendo rico, descansando, leyendo, riendo... (casi no salimos de allí) pero llegó el momento y nuestro próximo destino fue la Ecoaldea La Atlántida, en el Cairo. Tomamos un bus rumbo Popayán y en el Cairo nos paramos, allí tomamos unas motos (mototaxi) que nos dejaron en La Atlántida, bueno a Rodolfo lo llevaron a toda velocidad a "la Fundación" 6km más lejos por error del motorista, la fundación es un centro de recuperación de adicciones, o sea drogadictos, toxicómanos, fármacodependientes, etc. Rodolfo llegó a la recepción a preguntar por Ana María, quien nos esperaba en la Ecoaldea y nada! le dicen que ahí es el centro de rehabilitación... mmm... qué cara le vería el asusutado mototaxista a nuestro compañero como para llevarlo ahí? Mientras el otro motorista e Yrichen esperaban en la puerta de la Ecoaldea, después de insistir un poco, por fín éste fue a rescatarlo y llegamos ya a La Atlántida.
Allí conocimos a los ecoaldeanos, esa noche cenamos e hicimos unas danzas de paz con luna llena muy bonitas. A la mañana siguiente tuvimos jornada de trabajo, ayudamos a la limpieza de una de las cabañas, quitando el musgo y pintando la puerta y las paredes, fue BACANO, como se dice aquí, (chido, chachi, rico, bueno, que estuvo bien...)
Esa noche hicimos un circulo de la palabra, Yrichen si participó, pero a Rodolfo le tocaba dar un masaje, y en la plática con Julián salió nuestro próximo destino, una comunidad Indígena en lo alto de la cordillera occidental Colombia, la comunidad Naza más alejada de la ciudad, donde se juntan los cuatro vientos. Allí pasamos una noche en la escuela de la comunidad. Durante el día apoyamos a Julián con su trabajo, junto a Alejandra, la abogada, hablando de Derechos Humanos y del entrono Psicosocial, a las Guardias Indígenas de la Aguada de San Antonio, también vimos unos vídeos, hicimos algunos juegos y bebimos "guarapo", una bebida que se saca de la caña de azúcar; estuvo muy completa la jornada. A la mañana siguiente pusimos rumbo Santander en la camioneta de Orlando, el que lleva a la gente de la organización donde trabaja Julián. Allí ya tomamos un bus para Popayán. Gracias Julián por darnos la oportunidad de entrar en una comunidad en la que no se podría entrar sin permiso de los indígenas, en una comunidad donde la relación con la tierra no se ha perdido, donde todavía viven de manera tradicional, adaptados a lo actual, pero sin perder la esencia. Un lugar donde las armas no han corrompido a los seres ansiando el poder, ellos todavía utilizan bastones de mando con la bendición de sus ancianos y el poder de sus medicinas ancestrales para defender su territorio.
Alejandra nos dejó la ruta que tendríamos que tomar para llegar a Leticia, así que todo encajaba.
Llegamos a Popayán, allí tocó esperar varias horas para la salida del bus rumbo Florencia donde la realidad que teníamos en la mente se deshacería en pedazos al enterarnos de que la ruta que teníamos pensada era imposible, pues no hay carretera hasta Leticia, toca avión o barco pero desde Puerto Asis... Rehacemos la ruta, toca: Florencia-Pitalito-Mocoa-Puerto Asis... Este camino, es volver hacia atrás un poco, después de 8 horas de viaje de Popayán a Florencia durante la noche; pero ya estábamos advertidos por Don Antonio y el Camino del Loco, que no te hace ir en linea recta...
Y decidimos hacer rait para salir de Florencia, y en el camino llegamos a una pequeña cascada, donde la ofrenda al agua y a la MadreSelva, nos abre el camino.
Llegamos a Mocoa, a una pequeña residencia, donde Ever nos recibe bien y en la páltica con él, nos enteramos de que su tío es Taita, médico tradicional de los Inga y de que trabaja el Yajé, la planta sagrada de esta tierra... como es Dios no?
A la mañana siguiente su tío vino a vernos, ni siquiera fuimos a buscarlo... y salió que podíamos hacer ceremonia con él al día siguiente en la noche en su lugar sagrado que comparte con pocos y...
Ahí vamos pasito a pasito descubriendo lo grande que es Dios y el Gran Misterio, y la energía que nos rodea, con respeto y humildad, aprendiendo a ser...
Y ahora rumbo Puerto Asis, a ver que es lo que nos espera por esas tierras...

"Jesús envía a sus discípulos sin provisiones, casi indefensos, a lugares donde van a encontrar oposición por parte de los que viven lejos de Dios y también de los que se confiesan religiosos. Y los envía de dos en dos para que se ayuden y para que tenga validez jurídica su testimonio unánime. Los envía con poder sobre los espíritus inmundos, que equivalen a la explotación, a las estructuras deshumanizantes y al sometimiento humano.
Todos estamos llamados a ser testigos del amor infinito de Dios, sin triunfalismos ni augurios nefastos. Tenemos siempre algo nuevo que comunicar a los demás. Hagámoslo con generosidad y alegría, donde haya enfermos que sanar, personas que liberar, vidas que proteger, hombres y mujeres que reconciliar, allí tiene su hogar el enviado de Jesús: este es el reto."

1 comentario:

  1. Hola cómo están. Hay un artículo que hable de cómo llegaron de puerto Asís a Leticia? Muchas gracias

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